Este 22 de abril de 2021, América Latina y el Caribe celebra la entrada en vigor del Acuerdo de Escazú, su primer tratado regional ambiental. La región rinde así un homenaje a la Madre Tierra en su día. Iniciado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), en 2012, el Acuerdo de Escazú se adoptó el 4 de marzo de 2018 en el cantón costarricense que lleva su nombre.
Es fruto de seis años de intenso trabajo y una negociación abierta y transparente de los países de la región, que contaron con la significativa participación del público.
El Acuerdo de Escazú tiene por objeto salvaguardar el derecho de las generaciones presentes y futuras a un medio ambiente sano y al desarrollo sostenible, garantizando:
1) el acceso, la generación y la divulgación de la información ambiental;
2) la participación pública en los procesos de toma de decisiones ambientales; y
3) el acceso a la justicia en asuntos ambientales. Es además el primer tratado que protege específicamente a los defensores de derechos humanos en asuntos ambientales.
Al mejorar el acceso a los datos y la información y prever la participación de los grupos en situación de vulnerabilidad, defiende los valores fundamentales de la vida democrática y fomenta políticas públicas e instituciones eficientes y eficaces.
El énfasis del Acuerdo en la creación y el fortalecimiento de capacidades y en la cooperación contribuye a enfrentar desafíos comunes y refuerza la gobernanza ambiental regional.
El Acuerdo de Escazú es una herramienta fundamental para construir un futuro mejor para todas y todos los latinoamericanos y caribeños al colocar la igualdad en el centro del desarrollo sostenible y buscar no dejar a nadie atrás. América Latina y el Caribe está escribiendo un nuevo capítulo en materia de fortalecimiento de la democracia ambiental y el desarrollo sostenible.
Más información en
https://www.cepal.org/es/acuerdodeescazu