Con la participación de representantes de ocho Instituciones Nacional de Derechos Humanos (INDH) de la región, el pasado jueves 6 de julio se instaló el grupo de trabajo sobre derechos humanos y medio ambiente de la RINDHCA.

El grupo se constituye en un contexto de crisis climática que reduce la biodiversidad, profundiza brechas sociales, activa desplazamientos forzados y muestra un futuro incierto. La necesidad de vivir en armonía con el medio ambiente se ha constituido en los últimos años como un catalizador para el cambio positivo, siendo crucial para el ejercicio de una serie de derechos, en particular los derechos sociales, económicos y culturales, así como los derechos civiles y políticos, el derecho al desarrollo y el derecho a un ambiente saludable.

En esta primera reunión de instalación se contó con la participación del señor Ignacio Roncagliolo, Oficial de Derechos Humanos de la Oficina Regional para América del Sur del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien ofreció, entre otros temas, alcances y una aproximación regional sobre el derecho humano a un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible, como fue reconocido en octubre de 2021, mediante Resolución 48/13, por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en un paso trascendental hacia un futuro sostenible.

El grupo de trabajo acordó que, considerando el compromiso asumido por la RINDHCA en su Plan de Acción de reafirmar la estricta protección de los derechos humanos, en seguimiento de los ODS de la Agenda 2030, su objetivo es abordar la crisis climática desde un enfoque basado en los derechos humanos al tiempo que se avance mediante una transición justa hacia una economía con menores emisiones de carbono. Ello implica garantizar que las decisiones sobre el cambio climático sean participativas, no discriminatorias y responsables, y que los beneficios y la carga de la acción climática se compartan equitativamente. Para ello, ubica al Acuerdo Regional sobre Acceso a la Información, Participación Pública y Justicia en Materia Ambiental en América Latina y el Caribe (conocido como el Acuerdo de Escazú), que se convirtió en el primer acuerdo en el mundo que considera la protección jurídica de los defensores ambientales y el primer acuerdo regional en América Latina y el Caribe centrado en los derechos humanos y medioambientales, como elemento común sobre el que se puede seguir construyendo una agenda regional protectora de derechos humanos.

El grupo de trabajo sobre los derechos humanos y medio ambiente de la RINDHCA será coordinado por la Defensoría del Pueblo de Panamá, a través de Jonathan Santana. En esta primera reunión estuvieron presentes las INDH de Argentina, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, México, Panamá y Uruguay, quienes acordaron un cronograma de trabajo y objetivos concretos para fortalecer el trabajo de las INDH en relación con los derechos humanos y medio ambiente.