Defensora afirma que las FFAA no pueden escudarse en una orden superior para evadir su responsabilidad en la vulneración de derechos
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La Defensora del Pueblo, Nadia Cruz, afirmó, este jueves, que las Fuerzas Armadas (FFAA) no pueden evadir su responsabilidad en la vulneración de derechos constitucionales cometidos en 2019 al poner como excusa que acataron una orden superior.
“Es necesario recordar a las FFAA que el artículo 110 de la CPE establece que las personas que vulneren derechos constitucionales quedan sujetas a la jurisdicción y competencia de las autoridades bolivianas, que esta vulneración hace responsables a sus autores intelectuales y materiales, que los atentados contra la seguridad personal hacen responsables a sus autores inmediatos, sin que pueda servirles de excusa que lo hayan cometido por orden superior”, manifestó.
La aseveración de la Defensora se dio a propósito de la aprehensión del Gral. Alfredo Cuéllar y las declaraciones del Alto Mando Militar respecto a que su participación en las masacres de Sacaba y Senkata fue en cumplimiento de órdenes de resguardar y proteger el bien común y que se habría enmarcado en los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad, respondiendo a las determinaciones de la entonces Presidente del Estado, como Capitán General de las Fuerzas Armadas, y que las operaciones fueron ejecutadas en apoyo a la Policía Boliviana para evitar la confrontación y el derramamiento de sangre entre bolivianos con ideologías divergentes.
Cruz remarcó que es indudable que las intervenciones desarrolladas por las FFAA y la Policía Boliviana no fueron desarrolladas en el marco de los principios sobre el uso de la fuerza, al no haber sido éstas necesarias, proporcionales y en el marco del respeto a la humanidad de las personas que fueron asesinadas.
Durante más de un año, las investigaciones desarrolladas por el Ministerio Público y la Policía Nacional respecto a los hechos en los que 37 personas fallecieron, en la mayoría de los casos, fue incipiente, más aún en el caso de las masacres de Senkata y Sacaba, que actualmente recién merecen la realización de algunas actuaciones, mientras las víctimas siguen en busca de justicia y verdad.