Históricamente, Centroamérica se ha caracterizado por ser una región de origen, tránsito y destino de flujos migratorios, algunos en búsqueda de mejores condiciones de vida y otros en procura de resguardar su vida, libertad e integridad personal. En las últimas décadas, este desplazamiento social ha presentado un incremento considerable, siendo que también se han agravado las condiciones de vulnerabilidad de las personas que transitan como parte de estos flujos migratorios mixtos.
El número de personas que trata de llegar a Estados Unidos a través de la selva del Darién, entre Panamá y Colombia, se ha triplicado en el mes de agosto, pese a la advertencia de las autoridades de Estados Unidos de impedir su ingreso a esa nación.