Las flagrantes violaciones a los derechos humanos que está sufriendo nuestro hermano pueblo de Venezuela y los actos de terrorismo de Estado que sobre los ciudadanos está ejerciendo la dictadura de Nicolás Maduro no nos pueden resultar indiferentes. No podemos permanecer en silencio cuando hora tras hora somos testigos de secuestros, torturas y asesinatos a una población indefensa por parte de un régimen que no respeta la voluntad de su pueblo.
Así, sin perjuicio de la competencia de la Defensoría del Pueblo de la Nación, única Institución Nacional de Derechos Humanos con actuación en el sistema de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de la cual me encuentro a cargo, no puedo ni debo acallar mi espíritu.
Por eso, por desempeñarme en este organismo de protección de la dignidad inherente a cada persona y porque en Venezuela las fuerzas del Estado están acentuado la violación de los principios democráticos, del estado de derecho, de los más elementales valores republicanos como las reglas del derecho convencional, expreso mi repudio frente a tales actos con la esperanza que los organismos competentes de cada Estado y también la Organización de Estados Americanos sepan enderezar su actividad para que se logre el respeto de la soberanía popular, el cese de las detenciones arbitrarias por motivos políticos y consecuente goce de los derechos civiles y políticos, y la paz.
Juan José Böckel a/c de la Defensoría del Pueblo de la Nación