Pronunciamiento de la Defensoría sobre una posible pretensión inicial de incluir el cierre de la Institución Nacional de Derechos Humanos dentro de la propuesta de referéndum
- Costa Rica
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Pronunciamiento de la Defensoría de los Habitantes ante declaraciones consignadas por el periódico nacion.com de una posible pretensión de incluir el cierre de la Institución Nacional de Derechos Humanos dentro de la propuesta de referéndum:
“Costa Rica tiene un legado histórico en la defensa de los derechos humanos y así se le reconoce en el mundo, precisamente por disponer de órganos independientes y de larga trayectoria, que permiten que esos pesos y contrapesos sean el soporte fundamental del sistema democrático.
En el caso de la Defensoría, recientemente (abril 2024) fue reacreditada como Institución Nacional de Derechos Humanos clase A, luego de ser evaluada por el Subcomité de Acreditación de la Alianza Global de las Instituciones Nacionales para la Promoción y la Protección de los Derechos Humanos (GANHRI). Lo que significa un reconocimiento a nivel mundial, de que la Defensoría de los Habitantes de Costa Rica, cumple con los estándares internacionales de dichas instituciones, tales como Principios de París, para garantizar y proteger los derechos de todas las personas.
En virtud de la tradición democrática y de respeto de los Derechos Humanos en Costa Rica, la sede de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se ubica en nuestro país, donde costarricenses han ocupado cargos en ese y otros organismos internacionales.
No tenemos ninguna versión oficial que nos indique que existía el riesgo de incluir a la Defensoría en este proyecto, sin embargo, sería muy grave proponer el debilitamiento o cierre de un órgano de control de legalidad y defensor de los derechos de miles de personas que acuden año tras año a la institución, porque consideran que el Estado violenta sus derechos, de manera que la institución defensora debe intervenir para que se garanticen sus derechos.
La sola posibilidad de plantear una idea de esa naturaleza, constituye una señal incorrecta en el fortalecimiento de nuestra democracia ya que debilitaría los órganos que realizan control sobre las actuaciones de las instituciones y la defensa de la dignidad de todas las personas.
Por supuesto hemos escuchado voces de algunas personas que desde su privilegio opinan en esa dirección; sin embargo, creemos que lo hacen quizás desde ahí pues no ocupan, como lo hacen nuestros usuarios, la atención de un servicio gratuito que permita luchar juntos por sus derechos.
La Defensoría hoy más que nunca tiene el respaldo de la sociedad civil organizada, con quienes hemos hecho sinergias, en aras de proteger los derechos de las poblaciones más vulnerables. En un Estado abierto, transparente, democrático y que rinda cuentas, la Defensoría y todos los demás órganos de control, son más necesarios que nunca.
No se debe permitir el debilitamiento de los órganos de control que posee nuestro Sistema Democrático y mucho menos que los derechos de las personas se conviertan en un juego de cálculos políticos.”