Con el alarmante promedio de un femicidio cada 31 horas, el OFDPN registró que desde el 1 de enero hasta el 15 de noviembre de 2021 se cometieron 241 femicidios, que incluyen 197 femicidios directos, 24 vinculados (16 niños/hombres, 7 niñas/mujeres y una persona trans), 9 personas Trans y 11 suicidios feminicidas.
Este observatorio fue el primer registro de femicidios en incluir y desarrollar el concepto de suicidio feminicida, e insiste en visibilizarlo. Se producen cuando las mujeres se quitan la vida como consecuencia de los abusos sistemáticos y la violencia de género que vivieron. La cantidad de suicidios feminicidas se ha incrementado desde que se comenzó con su registro, en 2019 se detectaron 3 casos de suicidio feminicida hasta mediados de noviembre, en 2020 hubo 2 casos en ese mismo período y en lo que va de 2021 los 11 suicidios feminicidas ya mencionados.
Las cifras de la violencia machista en Argentina continúan siendo de suma gravedad, a los 5 femicidios por semana, se deben sumar las víctimas colaterales, 152 niñas y niños se quedaron sin sus madres víctimas de femicidio, algunos de estos menores fueron testigos presenciales del hecho.
Los datos evidencian que el aislamiento por la pandemia del Covid-19 generó un impacto significativo en el aumento de casos en comparación con los registros de 2019 y los de 2021. Entre el 20 de marzo y el 15 de noviembre de 2020 se cometieron 177 femicidios, durante el mismo período en 2019 los femicidios fueron 159 y durante 2021, 169. La tendencia sostenida desde hace años indica que el lugar más inseguro para las mujeres es su propio domicilio, y la situación de confinamiento de la víctima con su victimario llevó a las mujeres a quedar atrapadas con su propio agresor.
En el 70% de los casos, el hecho ocurrió en la vivienda de la víctima, el domicilio compartido con el victimario o en un entorno familiar; y el femicida fue en el 56% de los asesinatos la pareja o expareja. Solo el 6% de las víctimas no conocía a su victimario.
A pesar de que algunas de estas mujeres habían tenido acceso a la justicia, ya que 44 de ellas habían realizado al menos una denuncia por violencia de género, igualmente fueron asesinadas.
Se detectaron 27 víctimas menores de 18 años, 3 de esas niñas y adolescentes se suicidaron en un contexto de violencia de género, es decir fueron víctimas de suicidios feminicidas.
Con respecto a las modalidades, todas reflejan el ensañamiento en la violencia empleada para asesinar a las mujeres por el hecho de ser mujer. De las 241 víctimas de femicidio, 23 fueron violadas. El uso de armas de fuego y el apuñalamiento fueron los métodos más empleados.
En cuanto a la distribución geográfica, el mapeo del relevamiento indica que Santiago del Estero encabeza la lista de provincias con más femicidios, seguida por La Rioja, Tucumán y Formosa. Es decir, el mapa enciende sus alarmas más fuertes en el norte del país.
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